Por su transitoriedad por varios países, migrantes han mencionado que México es el peor país por el que han pasado, pensaban que la Selva el Darien iba a ser peor, pero nunca se imaginaron que llegando a México empezaba su infierno.
Jeimy Leal, una migrante de orígen venezolano, pero procedente de Chile, que viaja con sus 4 hijos menores, afirma que el estar en tierras mexicanas comenzó su calvario, en donde han sufrido secuestros, extorsiones, discriminación, abuso de autoridad por autoridades migratorias y sobre todo han encontrado un tapón en Chiapas donde no han podido avanzar.
Chile, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y ahora México, son los países por los que ha pasado, aquí en Chiapas es donde se han enfrentado a un tapón por los trámites migratorios, en donde no los dejan avanzar si no cuentan con el permiso.
"Nosotros no queremos estar en México, nosotros queremos avanzar y nos traban, nos traban para no pasar, tenemos que escondernos de la migración, tenemos que escondernos para pasar de pueblo en pueblo, porque si nos ve migración nos detiene y nos regresa gasta Guatemala", dijo Jeimy.
Ante ello comentó que duró 7 días en Tapachula, en un campamento, donde no hay seguridad, así como sufren robos en el río Suchiate, en cuanto los gastos también dijo que consume más en la alimentación que en su transitoriedad, la única ventaja que les han dado es que los suben a los autobuses y pasan sin problema la estación migratoria.
También nos cuenta que han abusado de ellos por ser migrantes, donde les han llegado a cobrar los colectivos hasta $25 pesos, así como las terminales de autobuses que les comentan que los precios varían, cuando a los ciudadanos locales se los siguen dando al mismo precio.
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Darwin Bello, otro venezolano, quien lleva en Tuxtla cerca de 16 días, pero desde que llegaron a Chiapas llevan 27 días, en donde comenta que Chiapas es lo más difícil que han pasado, ya que cuando curzaron por la Frontera Sur fueron víctimas de secuestro con su esposa y sus hijos.
"Nos quitaron todo, nos dejaron sin nada y tuvimos que irnos caminando de la Frontera, hasta el reten migratorio en donde ahí nos trasladaron hasta Tuxtla", comentó, el venezolano.
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Finalmente los migrantes no quitan el dedo del renglón y el sueño de llegar a los Estados Unidos persiste, únicamente es complicada la situación en México, ya que el permiso que les otorgan es complicado o bien no es válido, por lo que tienen que buscar la manera de burlar la ley.
