En México, conmemoramos el pasado 28 de agosto, el día del abuelo. Los festejos hacía ellos no fueron la excepción especialmente los organizados por los gobiernos de los tres niveles de gobierno, vaya que algunas autoridades no dejaron pasar esta oportunidad para tomarse fotos y publicarlas en sus redes sociales o bien en los distintos medios de comunicación, como una forma de alimentar la egolatría pero más aún en búsqueda de ganarse la simpatía pues se avecina el proceso electoral del 2024, muchos ya se lamen los bigotes con volver a repetir en algún municipio, otros más que quieren gobernar un estado o simplemente convertirse en legisladores “levanta dedos”, de los congresos estatales o federal.
Los abuelos son unos grandes héroes, con mucha experiencia, que nos dan consejos de acuerdo a sus vivencias para que no cometamos los mismos errores. Ellos solo quieren que sepamos valernos por nosotros mismos y que tengamos una actitud positiva ante la vida.
Los abuelos necesitan de nuestro apoyo y cariño para que se sientan orgullosos de la familia y de su gente. En este día hay que agradecerles todo el trabajo y cariño que nos han aportado a lo largo de su vida. Son la semilla de la familia y no hay dejarlos fuera de las nuevas tareas, porque su experiencia es clave para nosotros y su propio desarrollo.
Sin embargo, se ha revelado que a 4 de cada 10 personas de la tercera edad se les han negado injustificadamente sus derechos fundamentales; actos de abandono y maltrato según los datos proporcionados por la Encuesta Nacional sobre Discriminación del año pasado (ENADIS 2022). La cifra de maltrato a los adultos mayores arrojó que 4 de cada 10 de ellos sufrieron discriminación al buscar trabajo, lo que resultó en graves problemas económicos.
En Chiapas y sobre todo la frontera sur, lamentablemente no se tiene una estadística real, pero sí existen casos visibles de adultos que son abandonados por sus hijos, o bien de los que reciben maltratos físicos, verbales, psicológicos y demás. Aquí lamentablemente la legislación sigue siendo un tema pendiente, es decir el congreso del estado sigue durmiendo el sueño más profundo, por lo menos en el cuento de Blanca Nieves, a ella la despertó un príncipe apuesto, pero aquí a los diputados y diputadas locales que únicamente se la pasan turisteando y cobrando un buen sueldo, no se les ha visto la intención de querer hacer algo por las niñas, niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores.
Aunque existe una ley para prevenir y sancionar actos de violencia hacia ellos simplemente es letra muerta.
Es muy lamentable que mientras nosotros como organización civil hemos tenido que apoyar, buscar y ver que se les atienda cuando estén en el abandono y cuando no haya nadie que los cuide en el hospital, allá donde batallan porque no saben de qué municipio son, o bien cuando el grupo SAE les da auxilio.
Lo triste también cuando sus hijos o nietos los están demandando porque les quieren despojar de lo poco que hicieron.
En Chiapas es triste porque en los municipios en el caso de la frontera sur por ejemplificar no existe un asilo de ancianos digno, solo cuentan con una cada “Día” a la que llegan los que pueden o son llevados por sus hijos, por un rato en el día a realizar alguna actividad y recibir alimentos.
En Tapachula hay un asilo de muchos años, pero no hay más, no cumple funcionalmente, en la capital del estado hay otro, pero la realidad es que faltan más políticas públicas para la atención de los adultos mayores a quienes se ha dejado de visibilizar, pero están ahí, “abandonados”.
Nosotros desde “Por la Superación de la Mujer”, vamos a seguir insistiendo, alzando la voz por los que no pueden para que las autoridades hagan algo.
¡Hasta pronto!
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