Este domingo a las 12:00 pm, una marcha por la paz se desplazó desde la Diana Cazadora hasta el parque central, congregando a más de 30 mil creyentes evangélicos de diversos municipios de Chiapas. Organizado por la iglesia "Jesús es el Camino" de Tuxtla Gutiérrez, el evento incluyó una "Marcha de Testimonio de Acción de Gracias a Dios por la Paz de Chiapas" bajo el lema "Por Amor A Dios, No Callaré". Pastores realizaron sobrevuelos en una avioneta para orar por Chiapas.
Josué Pérez Pardo, pastor de la iglesia anfitriona, destacó la importancia de esta actividad religiosa como muestra de agradecimiento por la paz que ha prevalecido en Chiapas desde 1994, tras el movimiento zapatista. En aquel entonces, comunidades indígenas se levantaron en armas para exigir mayores derechos.
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En primera fila estuvieron presentes Felipe Granda, una de las corcholatas a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, y Barbara Mañón, Secretaria de comunicación de Morena, quienes recibieron agradecimientos por aceptar la invitación al evento.
Además del agradecimiento por la paz, los participantes solicitaron en sus oraciones el buen actuar del gobierno estatal, de los diputados locales y federales, guiados por la justicia y en busca del bienestar y desarrollo social. También exaltaron valores como la paz, la unidad, la legalidad y el diálogo.
Al evento asistieron evangélicos de diversas etnias, como tzotzil, chol, tojolabal y tzeltal, quienes participaron con cánticos y alabanzas en sus lenguas maternas.
El pastor Pérez Pardo indicó que la marcha respondió a los recientes acontecimientos en Chiapas, incluida la violencia en la zona alta y los accidentes de tránsito. Lamentó la persistencia de la violencia, especialmente en la zona norte del estado.
Esta no es la primera vez que la "Iglesia Cristiana Jesús es el Camino" realiza eventos de este tipo. Durante 2020 y 2021, organizaron caravanas de oración motorizadas en Chiapas en respuesta a la alta mortalidad por COVID-19.
La movilización religiosa destaca la diversidad ideológica en Chiapas, donde el 32% de la población se identifica como protestante o cristiana evangélica, según el INEGI. Sin embargo, también evidencia la persistencia de casos de intolerancia religiosa en el estado, especialmente en comunidades indígenas, con más de 30,500 casos de desplazamiento interno por este motivo, según la CNDH. La coordinación de Organizaciones Cristianas en México señala que 6 de cada 10 familias en Chiapas salen de sus hogares para evitar agresiones por conflictos religiosos.