/ lunes 8 de enero de 2024

Salud en la Red | La Pobreza farmacéutica, el reconocimiento y la participación de la sociedad civil

El sistema de salud sigue siendo objeto de continuas revisiones y reflexiones por parte de los diferentes actores del sistema; sin embargo, pareciera ser que en todo debate se olvida la importancia de retomar como fundamento en esas reflexiones, el realizar un detallado análisis general para poner en foco el concepto del sistema de salud y la atención a su población, a través del acceso diferenciado, que tiene la población en México, que los sumerge en una situación de emergencia por desigualdad social, que se resalta desde el 2015, dentro del objetivo 11, de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible –del que muchos hablan y pocos entienden su trasfondo–: Desigualdades e inequidades, en torno a la salud, que se busca reducirlas por medio de enfoques intersectoriales, multisectoriales, regionales y subregionales, de los determinantes sociales y ambientales de la salud. Ante lo anterior, en esta y en las siguientes publicaciones, atenderemos al análisis realizado por el Observatorio de la Pobreza Farmacéutica, la Equidad Sanitaria y la Exclusión Social en México, que da arranque al “FONDO SOLIDARIO DE MEDICAMENTOS” en nuestro país para atender el resultado de la medición, monitoreo y análisis sistemático de las desigualdades de salud en nuestro país, aplicando así la estrategia más ambiciosa de todos los tiempos a través de la sociedad civil –empresas, sindicatos, organismos sociales y asociaciones religiosas– que se unen para la acción intersectorial a fin de abordar los determinantes sociales y ambientales de la salud, generando así la promoción de entornos saludables y del acceso a los servicios de salud de manera equitativa, accesible y sostenible a fin de mejorar la salud y el bienestar, reducir las muertes prevenibles y la carga de las enfermedades no transmisibles a lo largo del curso de la vida y, al mismo tiempo, evitar cualquier impacto desproporcional en cuanto a la salud pública en las poblaciones o comunidades con más desventajas y sectores vulnerables, demostrando que “TODO LIDERAZGO INICIA CON UNA BUENA IDEA, UN BUEN DIAGNÓSTICO Y UNA PEQUEÑA ACCIÓN DE COLABORACIÓN", sumando esfuerzos, trabajando en equipo, sin protagonismos, creando una cultura colaborativa entre personas de distintos ámbitos de la sociedad que compartan responsabilidades, experiencias y recursos para dar respuesta a las necesidades actuales de nuestro país, logrando hacer un equipo mas sólido, diverso, incluyente y solidario que trabajará por la inclusión social de las personas a través de la mejora de su salud; siendo el reto muy grande y de muchos compromisos, el cual sabemos que no será sencillo, pero de eso se trata, de afrontar diversos retos, como lo es el de “FORMAR ALIANZAS PARA LOGRAR LA COBERTURA SANITARIA UNIVERSAL”.

A raíz de la pandemia de COVID-19, se visibilizó la necesidad de una colaboración oportuna y de calidad en toda la industria farmacéutica, con la participación de todos los sectores, para centrarse en la impostergable necesidad de encarar las zoonosis emergentes que podrían transformarse en la próxima emergencia sanitaria, misma que tarde o temprano llegará a nuestras vidas, fijando la visión en la innovación, la humanización y en la tecnología, porque para poder trabajar en el bienestar y la salud de la población, hoy, ya no es una opción solo ofertar medicamentos, es urgente trabajar con una misión, para apoyar a la población a tenerlos al alcance de todos, haciendo además sostenible, con calidad y humanismo cada uno de los extremos que se ofertan con estos beneficios, de tal manera, es de suma importancia empezar a reconocer en todos estos sectores lo que se ha visibilizado como un término del que ya en muchos países se habla y se ha integrado como parte de los indicadores de la pobreza en sus agendas, dicho término es el de la “POBREZA FARMACÉUTICA”, esa terrible realidad que viven millones de mexicanos y personas en el mundo, en la que tienen que decidir entre comer o medicarse; reconociendo esta terrible realidad en el que la salud, como la enfermedad, no tienen fronteras, es por ello la urgente necesidad de trabajar en la salud, basados en una responsabilidad social, por ello, la misión será trabajar para hacer realidad el lema usado a nivel mundial “QUE NADIE SE QUEDE ATRAS", que supone, que en cada país se debe identificar, visibilizar y accionar mecanismos –en su propio contexto y desde todos los sectores–, con los cuáles se atiendan a aquellos grupos que han quedado atrás, dicho en términos tradicionales de derechos humanos, aquellos grupos que han sufrido discriminación, marginalización y que no disfrutan plenamente de sus derechos; resultando indispensable para ello identificar las necesidades de los grupos susceptibles de experimentar situaciones de vulnerabilidad y tomar responsabilidad en ello, lo que desde la perspectiva sectorial, será un paso innovador en México, porque la ocupación será establecer metas que nos permitan garantizar la universalidad del acceso de salud a un bien básico o la cobertura de un servicio humanizado, para erradicar una situación considerada inaceptable, la pobreza farmacéutica, que hoy en 11 países del mundo ha sido visibilízala como una problemática mundial que pone en un círculo vicioso a la población, uno de pobreza, marginación y exclusión social, que se convierte en una de sentencia de muerte.

Comentarios: direccion@rsalud.com.mx


El sistema de salud sigue siendo objeto de continuas revisiones y reflexiones por parte de los diferentes actores del sistema; sin embargo, pareciera ser que en todo debate se olvida la importancia de retomar como fundamento en esas reflexiones, el realizar un detallado análisis general para poner en foco el concepto del sistema de salud y la atención a su población, a través del acceso diferenciado, que tiene la población en México, que los sumerge en una situación de emergencia por desigualdad social, que se resalta desde el 2015, dentro del objetivo 11, de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible –del que muchos hablan y pocos entienden su trasfondo–: Desigualdades e inequidades, en torno a la salud, que se busca reducirlas por medio de enfoques intersectoriales, multisectoriales, regionales y subregionales, de los determinantes sociales y ambientales de la salud. Ante lo anterior, en esta y en las siguientes publicaciones, atenderemos al análisis realizado por el Observatorio de la Pobreza Farmacéutica, la Equidad Sanitaria y la Exclusión Social en México, que da arranque al “FONDO SOLIDARIO DE MEDICAMENTOS” en nuestro país para atender el resultado de la medición, monitoreo y análisis sistemático de las desigualdades de salud en nuestro país, aplicando así la estrategia más ambiciosa de todos los tiempos a través de la sociedad civil –empresas, sindicatos, organismos sociales y asociaciones religiosas– que se unen para la acción intersectorial a fin de abordar los determinantes sociales y ambientales de la salud, generando así la promoción de entornos saludables y del acceso a los servicios de salud de manera equitativa, accesible y sostenible a fin de mejorar la salud y el bienestar, reducir las muertes prevenibles y la carga de las enfermedades no transmisibles a lo largo del curso de la vida y, al mismo tiempo, evitar cualquier impacto desproporcional en cuanto a la salud pública en las poblaciones o comunidades con más desventajas y sectores vulnerables, demostrando que “TODO LIDERAZGO INICIA CON UNA BUENA IDEA, UN BUEN DIAGNÓSTICO Y UNA PEQUEÑA ACCIÓN DE COLABORACIÓN", sumando esfuerzos, trabajando en equipo, sin protagonismos, creando una cultura colaborativa entre personas de distintos ámbitos de la sociedad que compartan responsabilidades, experiencias y recursos para dar respuesta a las necesidades actuales de nuestro país, logrando hacer un equipo mas sólido, diverso, incluyente y solidario que trabajará por la inclusión social de las personas a través de la mejora de su salud; siendo el reto muy grande y de muchos compromisos, el cual sabemos que no será sencillo, pero de eso se trata, de afrontar diversos retos, como lo es el de “FORMAR ALIANZAS PARA LOGRAR LA COBERTURA SANITARIA UNIVERSAL”.

A raíz de la pandemia de COVID-19, se visibilizó la necesidad de una colaboración oportuna y de calidad en toda la industria farmacéutica, con la participación de todos los sectores, para centrarse en la impostergable necesidad de encarar las zoonosis emergentes que podrían transformarse en la próxima emergencia sanitaria, misma que tarde o temprano llegará a nuestras vidas, fijando la visión en la innovación, la humanización y en la tecnología, porque para poder trabajar en el bienestar y la salud de la población, hoy, ya no es una opción solo ofertar medicamentos, es urgente trabajar con una misión, para apoyar a la población a tenerlos al alcance de todos, haciendo además sostenible, con calidad y humanismo cada uno de los extremos que se ofertan con estos beneficios, de tal manera, es de suma importancia empezar a reconocer en todos estos sectores lo que se ha visibilizado como un término del que ya en muchos países se habla y se ha integrado como parte de los indicadores de la pobreza en sus agendas, dicho término es el de la “POBREZA FARMACÉUTICA”, esa terrible realidad que viven millones de mexicanos y personas en el mundo, en la que tienen que decidir entre comer o medicarse; reconociendo esta terrible realidad en el que la salud, como la enfermedad, no tienen fronteras, es por ello la urgente necesidad de trabajar en la salud, basados en una responsabilidad social, por ello, la misión será trabajar para hacer realidad el lema usado a nivel mundial “QUE NADIE SE QUEDE ATRAS", que supone, que en cada país se debe identificar, visibilizar y accionar mecanismos –en su propio contexto y desde todos los sectores–, con los cuáles se atiendan a aquellos grupos que han quedado atrás, dicho en términos tradicionales de derechos humanos, aquellos grupos que han sufrido discriminación, marginalización y que no disfrutan plenamente de sus derechos; resultando indispensable para ello identificar las necesidades de los grupos susceptibles de experimentar situaciones de vulnerabilidad y tomar responsabilidad en ello, lo que desde la perspectiva sectorial, será un paso innovador en México, porque la ocupación será establecer metas que nos permitan garantizar la universalidad del acceso de salud a un bien básico o la cobertura de un servicio humanizado, para erradicar una situación considerada inaceptable, la pobreza farmacéutica, que hoy en 11 países del mundo ha sido visibilízala como una problemática mundial que pone en un círculo vicioso a la población, uno de pobreza, marginación y exclusión social, que se convierte en una de sentencia de muerte.

Comentarios: direccion@rsalud.com.mx


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