En noviembre de 2022, se llevó a cabo la COP (Conferencia de las partes) 27, donde el Secretario General de la ONU fue claro y tajante al afirmar “La humanidad tiene que elegir: cooperar o perecer. Es un Pacto de Solidaridad Climática o un Pacto Suicida Colectivo”, también afirmó “Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador”, por lo anterior resulta imperativo preguntarnos ¿cuál es la situación climática en Tapachula.
El pasado nueve de marzo, en la Escuela de Sistemas Alimentarios de la Universidad Autónoma de Chiapas, se realizó el conversatorio “Tapachula, actualidad y futuro ante el cambio climático”. No obstante lo relevante del tema, fue lamentable, y considero poco responsable, la inasistencia de autoridades federales (SEMARNAT) y estatales (SEMAHN: Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural), a pesar de haber sido debidamente invitadas, también fue lamentable la temprana salida del conversatorio del representante de la autoridad municipal, ya que de acuerdo a la información que se proporcionó en el Conversatorio, la actualidad y futuro climático de Tapachula resulta de la mayor prioridad de atención.
De acuerdo a la información vertida en el Conversatorio, la temperatura ambiental en Tapachula (según datos de la estación 7200, del Sistema Meteorológico Nacional), de la década de los 70’s a 2021, la temperatura ambiental muestra una clara tendencia a la alza; así, en 1975 la temperatura promedio fue de 32.68 °C mientras que en 2021 el promedio fue de 36.03 °C, un incremento promedio de 3.35 °C, un aumento muy por arriba del 1.5-2.0 °C que como límite máximo estableció el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU, lo anterior resulta del mayor nivel de preocupación. También se mostró que de 2010 a 2021, el promedio de precipitación diaria tiene una clara caída, si consideramos la reducción en la disponibilidad de agua y el evidente incremento en la demanda del vital líquido, es incuestionable que vamos a una crisis del agua, tal como ya ha sido alertado por la Universidad Nacional Autónoma de México. En conclusión, se afirmó que, a partir de 10 componentes analizados (clima, sistema hídrico, aguas residuales, residuos sólidos, bosques, suelo, atmósfera, ordenamiento ecológico, manejo de costa y áreas naturales protegidas), el municipio de Tapachula presenta una condición de preocupante a altamente preocupante, ambientalmente hablando.
Ahora bien, la siguiente pregunta es ¿que nos depara el futuro? Preocupantemente las noticias son también del nivel más alto de preocupación y de atención, de acuerdo a la información proporcionada en el Conversatorio, todos los modelos existentes señalan claramente que la temperatura seguirá incrementándose y la precipitación tenderá a reducirse en los próximos años.
Cabe destacar que tanto en el diagnóstico actual, como en el cambio futuro, particularmente para Tapachula, no se ha considerado al gran regulador del clima en el planeta, el océano, que para Tapachula es un elemento adicional del más alto nivel de preocupación, pues nuestra porción oceánica forma parte de la piscina cálida del Pacífico nororiental, lo que quiere decir que esta parte del océano se calienta más rápido de los esperado, lo cual fue demostrado a partir de una investigación que la UNACH llevó a cabo entre 2019-2021.
En otra ocasión platicaremos sobre las consecuencias que ya se viven y las que se esperan como resultado del cambio climático local; sin embargo, resulta necesario destacar que Tapachula, en el contexto actual y futuro tiene el más alto nivel de peligro ambiental y que requiere, urgentemente, de atención de los tres niveles de gobierno y de la sociedad en general, después no digamos “nadie nos informó”.