/ martes 28 de febrero de 2023

Paradigmas | ¿Y los locales?

De acuerdo a la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la definición más aceptada en la actualidad de migración es el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico u administrativo debidamente definido, cuando la migración traspasa fronteras se denomina migración internacional.

Tapachula, en muy poco tiempo se convirtió en una ciudad donde la población de inmigrantes creció de forma acelerada y alarmante, es una ciudad que no es¡Error! Referencia de hipervínculo no válida.tá preparada para recibir tal cantidad de personas. Si bien la migración puede ser entendida por diversos orígenes (inseguridad, falta de empleo, pobreza, clima y otras), lo cierto es que el ingreso desproporcionado e incontrolado de migrantes, representa un alto desafío y un sin número de situaciones que pone en riesgo la forma de vida de la población local, por lo que es necesario que las autoridades municipales, estatales y federales trabajen intensamente en lograr un migración ordenada, donde los inmigrantes puedan acceder a los servicios básicos y los locales no se vean afectados en su forma de vida.

Entre las distorsiones e injusticias que los locales padecemos diariamente es la invasión de banquetas y calles que han sido invadidas por ambulantes locales y a los que se han sumado ambulantes extranjeros, en este sentido, los comerciantes locales han manifestado que esta competencia desleal, impacta en sus ingresos diarios, ya que la calidad de “migrantes” parece que les da un escudo de impunidad, alentada y defendida por organizaciones defensoras de migrantes, que las autoridades no han podido o no han querido derribar por temor a las organizaciones defensoras de migrantes y a la Comisión de Derechos Humanos; sin embargo, ¿los derechos de la población local quién los defiende?

Otra afectación a la forma de vida de los locales es la invasión de nuestro parque central, donde anteriormente los padres de familia llevaban a sus hijos a correr y divertirse (quien aquí escribe lo vivió), y hoy en día no es posible hacerlo, y si bien los “migrantes” tienen la libertad de visitarlo, hoy está lleno de carretillas que ofrecen diversidad de productos y que no dejan espacios para el sano esparcimiento de las familias tapachultecas.

SI bien existen muchos tipos de afectaciones, mencionaré solo uno más, las rentas de cuartos. Si bien existen migrantes necesitados de un espacio donde vivir, y muchos de ellos son personas responsables, también existe un gran número de “migrantes” que cuentan con recursos económicos suficientes dispuestos a pagar una renta generosa a cambio de que se les permita hacer de ese cuarto para vivir, también un espacio de negocio y de pernoctación comercial masiva, y muchas veces cuando el arrendatario reclama la salida de los extranjeros de su propiedad por un uso distinto para el que le fue rentado, escudándose en su calidad de “migrantes” se niegan hacerlo y en muchos casos amenazan al arrendatario de ir a denunciarlo ante las autoridades por discriminación o racismo, generando todo un conflicto para el legal propietario.

Resulta necesario aclarar que, de ninguna forma, quien aquí escribe se opone a dar asistencia, por razones humanitarias, a migrantes que si lo necesiten; sin embargo, es necesario que esas organizaciones defensoras de migrantes también sensibilicen y eduquen al extranjero para respetar a la población local, a las autoridades locales y su forma de vida. Finalmente, las autoridades deben necesariamente hacer valer su calidad de autoridad y derribar ese escudo de impunidad alentado por las organizaciones defensoras de migrantes, si los mexicanos estamos obligados a respetar nuestras leyes y a nuestras autoridades, los extranjeros con mayor razón ¿o no?

De acuerdo a la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la definición más aceptada en la actualidad de migración es el cambio de residencia que implica el traspaso de algún límite geográfico u administrativo debidamente definido, cuando la migración traspasa fronteras se denomina migración internacional.

Tapachula, en muy poco tiempo se convirtió en una ciudad donde la población de inmigrantes creció de forma acelerada y alarmante, es una ciudad que no es¡Error! Referencia de hipervínculo no válida.tá preparada para recibir tal cantidad de personas. Si bien la migración puede ser entendida por diversos orígenes (inseguridad, falta de empleo, pobreza, clima y otras), lo cierto es que el ingreso desproporcionado e incontrolado de migrantes, representa un alto desafío y un sin número de situaciones que pone en riesgo la forma de vida de la población local, por lo que es necesario que las autoridades municipales, estatales y federales trabajen intensamente en lograr un migración ordenada, donde los inmigrantes puedan acceder a los servicios básicos y los locales no se vean afectados en su forma de vida.

Entre las distorsiones e injusticias que los locales padecemos diariamente es la invasión de banquetas y calles que han sido invadidas por ambulantes locales y a los que se han sumado ambulantes extranjeros, en este sentido, los comerciantes locales han manifestado que esta competencia desleal, impacta en sus ingresos diarios, ya que la calidad de “migrantes” parece que les da un escudo de impunidad, alentada y defendida por organizaciones defensoras de migrantes, que las autoridades no han podido o no han querido derribar por temor a las organizaciones defensoras de migrantes y a la Comisión de Derechos Humanos; sin embargo, ¿los derechos de la población local quién los defiende?

Otra afectación a la forma de vida de los locales es la invasión de nuestro parque central, donde anteriormente los padres de familia llevaban a sus hijos a correr y divertirse (quien aquí escribe lo vivió), y hoy en día no es posible hacerlo, y si bien los “migrantes” tienen la libertad de visitarlo, hoy está lleno de carretillas que ofrecen diversidad de productos y que no dejan espacios para el sano esparcimiento de las familias tapachultecas.

SI bien existen muchos tipos de afectaciones, mencionaré solo uno más, las rentas de cuartos. Si bien existen migrantes necesitados de un espacio donde vivir, y muchos de ellos son personas responsables, también existe un gran número de “migrantes” que cuentan con recursos económicos suficientes dispuestos a pagar una renta generosa a cambio de que se les permita hacer de ese cuarto para vivir, también un espacio de negocio y de pernoctación comercial masiva, y muchas veces cuando el arrendatario reclama la salida de los extranjeros de su propiedad por un uso distinto para el que le fue rentado, escudándose en su calidad de “migrantes” se niegan hacerlo y en muchos casos amenazan al arrendatario de ir a denunciarlo ante las autoridades por discriminación o racismo, generando todo un conflicto para el legal propietario.

Resulta necesario aclarar que, de ninguna forma, quien aquí escribe se opone a dar asistencia, por razones humanitarias, a migrantes que si lo necesiten; sin embargo, es necesario que esas organizaciones defensoras de migrantes también sensibilicen y eduquen al extranjero para respetar a la población local, a las autoridades locales y su forma de vida. Finalmente, las autoridades deben necesariamente hacer valer su calidad de autoridad y derribar ese escudo de impunidad alentado por las organizaciones defensoras de migrantes, si los mexicanos estamos obligados a respetar nuestras leyes y a nuestras autoridades, los extranjeros con mayor razón ¿o no?